La preocupación por los problemas que afectan al medio ambiente y limitan las posibilidades de desarrollo sostenible está ganando cada vez mayor importancia entre los nuevos consumidores de productos y servicios. Por nuevos consumidores nos referimos a las nuevas generaciones de personas que están llegando a edades laborales y están empezando a formar parte de la población económicamente activa. Sin embargo, no solo los miembros de estas generaciones han mostrado preocupación en lo que a sus actividades y elecciones diarias de productos y servicios se refiere.
Dos de los principales problemas a los que llegamos dentro de esta preocupación son la creciente demanda de recursos naturales destinados a mantener el estilo de vida que tenemos actualmente y la capacidad del planeta para asimilar los impactos que se generan a raíz de esta demanda de recursos. Esto último, en otras palabras, se relaciona a la huella ambiental que tiene un producto o servicio.
Pero entonces ¿qué es una huella ambiental? Una huella ambiental es una medida que evalúa y calcula los impactos ambientales potenciales de un producto o un servicio a lo largo de su ciclo de vida. Para ello, es necesario saber la magnitud del impacto en cada etapa del ciclo de vida y lo que se hace es desmenuzar y conocer las actividades de la cadena de suministro del producto o servicio en cuestión; desde de la extracción de las materias primas a la gestión de los residuos finales, pasando por la producción y el uso.
Debido a esto, veremos a continuación cómo disminuir la huella ambiental de nuestras compras.
En 2013, la Unión Europea dio a conocer una guía sobre cómo clasificar la huella ambiental de cada producto y comunicar el comportamiento ambiental de los productos y las organizaciones a lo largo de su ciclo de vida y, con ello, tratar de reducir el impacto ambiental que lo acompaña. En referencia a lo anterior, vía internet contamos con la página www.environdec.com, la cual es un Sistema Internacional de Declaración Ambiental del Producto. En ella puede encontrarse un reservorio de lo que se conoce como Declaración Ambiental del Producto (ó Environmental Product Declaration – EPD), el cual es un informe normalizado que proporciona información cuantitativa y verificable sobre el desempeño ambiental de un producto. Como ejemplos pueden encontrarse desde productos textiles, comidas y bebidas, hasta productos para la construcción, entre otros.
Las respuestas que nos pueden ofrecer las huellas ambientales es que nos pueden ayudar a decidir entre dos o más productos o servicios, comparando su información y observando cuál de ellos tiene menor impacto ambiental.
Lo anterior puede extenderse hasta impactar nuestra huella ecológica, la cual, a diferencia de la huella ambiental, extiende su grado de complejidad hacia qué tantos recursos naturales se utilizan o impactan para que una persona como tú o yo pueda cubrir sus necesidades de alimentación, bienes y servicios, movilidad y vivienda. De manera extensiva a ello, puede considerarse también como la demanda de recursos para organizaciones e incluso países enteros.
Dentro de la huella ecológica, se integran también la huella de carbono, que es la contabilización de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero generados por las actividades humanas; y la huella hídrica, que por otro lado es la contabilización de la cantidad de agua empleada para obtener un producto o servicio.
Ahora bien, teniendo en cuenta todo lo anterior en mención, podemos hacer un listado muy básico de cómo disminuir la huella ambiental de nuestras compras:
1.- Empezar haciéndonos la pregunta de exactamente qué necesito, cuánto, cómo, de dónde. De esta manera evitamos comprar lo que no necesitamos (y si no lo necesitamos estrictamente, claro, conseguirnos algo que nos haga felices y que sea lo que en realidad buscamos y nos apasiona); evitamos también obtener más de lo que necesitamos; nos permite saber el medio en el que lo obtenemos y si el obtenerlo requiere que ese producto emprenda un largo y entramado camino.
2.- Buscar en la medida de lo posible información certera sobre el producto o servicio. Un ejemplo es utilizar la página mencionada con anterioridad, o a través de algún otro medio que nos arroje resultados similares, donde podamos conocer el desempeño ambiental del producto que queremos.
3.- A la hora de comer, optar por alimentos locales y de temporada, consumir alimentos de producción ecológica, reducir el consumo de carne y evitar los alimentos procesados. Para ello, podemos hacer uso de las Redes Alimentarias Alternativas donde podemos encontrar grupos de agricultores comprometidos con la producción sustentable de frutas, verduras y productos pecuarios.
- Probar nuevas recetas vegetarianas, empezando por una vez al mes, e ir paulatinamente aumentando esa frecuencia.
- Reducir el desperdicio de alimentos.
4.- Destinar el gasto de vestimenta optando por prendas con sello de reciclaje, como algunas prendas de mezclilla, entre otros; o bien, de segunda mano, marcas sustentables, de maquila justa y evitando marcas que no otorguen estándares de calidad en sus productos y que, por tanto, sean opciones baratas y desechables.
- Considerar marcas de diseñadores y maquiladores locales.
5.- Optar por mercados locales donde podamos encontrar además de alimentos agroecológicos u orgánicos, artículos de limpieza para el hogar biodegradables, productos para higiene personal con ingredientes naturales y que ofrezcan opciones de utilización de envases retornables, así como evitando el empaquetado. Ejemplos:
- Pads desmaquillantes, pañales, toallas sanitarias lavables, o bien, copas menstruales.
- Cremas corporales, cremas para afeitar, shampoo y pasta dental sólidos.
- Desodorantes en empaque de cartón compostable.Utilizar bolsas reusables, de tela o de fibras o redes naturales para la compra de cualquier producto, desde alimentos, hasta vestido.
6.- Optar por electrodomésticos de clase A+ o más. El costo adicional amortizará el gasto, ya que pueden llegar a durar más de 10 años, ya que gastarán mucho menos y se ahorrará mayor energía y gasto económico. En el caso de los pequeños electrodomésticos tipo secador, grill o aspiradora, no tienen etiqueta energética, así que elige los que tengan una potencia menor.
7.- Fumo y tomo y no pienso dejarlo. Considerar conseguir un cenicero portátil y pensar en reusar de forma innovadora los envases (ya sean de vidrio, plástico o metálicos) o bien, dar un manejo adecuado a estos residuos, segregándolos y disponiéndolos en lugares adecuados para su reciclaje o tratamiento.
9.- En el jardín, seleccionar especies autóctonas o nativas para que se adapten mejor a la tierra y no requieran cuidados especiales y agrupar las distintas plantas según su necesidad de agua para optimizar al máximo el riego.
10.- Cuidado y atención de mascotas. Para la obtención de correas, collares y/o arneses, optar por opciones libres de plástico: existen alternativas sostenibles hechas con fibras orgánicas como el cáñamo o la lana, o bien, aquellos fabricados a partir de cuero o piel.
- Sustituir la preferencia de los comederos y bebederos de plástico por aquellos hechos de cerámica o acero inoxidable.
- Optar por areneros de gato hechos de bambú y con materiales reciclados.
- Considerar la oferta de juguetes libres de plásticos. Como ejemplo están: las cuerdas hechas con cáñamo natural, pelotas de goma natural, así como mordedores de algodón y yute.
- Para los transportines, considerar los hechos de madera, que son más pesados; o bien, de tela, aluminio o acero. Estos últimos son materiales más ligeros y con las mismas funcionalidades que un transportín convencional.
- Para los productos de higiene, una alternativa sostenible son los jabones en pastilla o los productos de higiene a granel, ya que se reduce el envasado en botellas de plástico.
- En el caso de las camas y casas, optar por las opciones ecológicas fabricadas con plásticos reciclados o con madera, adicionalmente a proporcionarles un mantenimiento adecuado para la extensión de su tiempo de vida útil.
11.- Al realizar la compra de mobiliarios para del hogar, el ecodiseño nos ofrece muebles y objetos decorativos que tienen en cuenta la huella ecológica al 100% utilizando en su fabricación maderas recicladas, cartón, plantas, etc.
12.- Construir bajo criterios de bioconstrucción utilizando materiales ecológicos, donde los materiales favorezcan un mayor ahorro energético y una mayor durabilidad, que permita un mejor mantenimiento de la estructura y un desgaste mucho más lento.
- Incluir el aspecto del aislamiento, considerando entre sus características no solo al aislamiento térmico sino también de ruido, utilizando materiales naturales como corcho, celulosa y fibras vegetales (cáñamo, madera, lino, fibra de coco, paja y algodón).
- Utilizar madera certificada (proveniente de talas controladas y de 0 Km).
- Optar por pinturas y barnices que sean naturales, transpirables y que no emitan gases tóxicos, hechas principalmente con aceites vegetales, sobre todo de lino, resinas naturales y caseína.
13.- Viajes y turismo. Optar por la reducción del uso del avión para el transporte en la medida de las posibilidades y considerar opciones ecoturísticas, donde se favorezca la participación de las comunidades locales desde el alojamiento, hasta los recorridos y la venta de productos hechos por ellos mismos; además, donde se garantice el menor impacto posible de las actividades recreativas.
14.- Ejercer ciudadanía. Participar en los ejercicios de toma de decisiones de nuestra ciudad y de los gobiernos locales y nacionales para que se respalden políticas de sostenibilidad.
- Intervenir los espacios públicos (y digitales) de manera organizada para mejorar las formas de tener acceso a los servicios ambientales de la manera más íntegra posible o para gestionar adecuadamente los residuos de los productos que consumimos en la calle y en el día a día ya que…¡nuestras compras consideran implícitamente a los espacios donde consumimos los productos!
Esta información puede ser una herramienta útil para crear conciencia y modificar hábitos de consumo encaminados hacia un mundo más sostenible, así como crear mayor impacto positivo al lugar inmediato donde vivimos o desarrollamos nuestras actividades.