Reducir nuestro consumo de energía en casa, incluyendo electricidad, gas natural y/o gas LP, no sólo aporta a la reducción de gases de efecto invernadero, sino a una mejor distribución del gasto y economía familiar. Una excelente idea es ir a casa, revisar las instalaciones y seguir estas 7 estrategias para el ahorro de energía, así podrás reducir drásticamente la factura de luz y gas.
1. Inspecciona la instalación eléctrica.
Prueba desconectando todos los aparatos en tu casa y apagando todas las luces. Entonces ve a tu medidor y revisa que el disco o el contador del medidor se detenga por completo. Podrías estar perdiendo una cantidad importante de energía por fugas, en especial si la instalación de tu casa es de hace más de 10 años. Para lograr el ahorro de energía, primero hay que asegurarse que la instalación esté en óptimas condiciones.
2. Cambia todos los focos incandescentes por focos ahorradores.
Revisa las lámparas, focos, luces exteriores e interiores, spots, series de luces y en general toda la iluminación en tu hogar. Si encuentra un foco incandescente quítalo y destrúyelo. Haz el propósito de no volver a comprarlo. Existen alternativas tecnológicas mucho más eficientes. Un foco incandescente requiere en promedio 55W para dar poco más de 100 lx. En cambio un foco ahorrador de tecnología fluorescente requiere 13W y uno de tecnología LED 6.6W para dar la misma calidad de iluminación. Si el costo de energía es de 4 centavos de dólar americano por kW, el remplazar un foco incandescente por uno LED representaría un ahorro de energía de cerca de 5 dólares al año. Haz el cálculo para toda tu casa.
También podrías considerar tener espacios en casa iluminados naturalmente abriendo las cortinas, utilizando las áreas con ventanales y tragaluces, o pasando más tiempo en tu terraza o patio.
3. Desconecta los aparatos
Muchos aparatos tienen un consumo de energía aun cuando no están en funcionamiento, solo por el hecho de estar conectados. Esto se debe a que tienen sensores, luces o monitores que están funcionando continuamente. Desconecta todo lo que no usas a diario o continuamente como licuadoras, tostadoras, sandwicheras, reproductores de vinilos, extractores de jugos, molinos de café, lavadoras y secadoras de ropa.
4. Uso consciente del aire acondicionado.
Durante la temporada de calor, el principal consumidor de energía en tu casa seguramente será el de los equipos de aire acondicionado. Si todavía usas algún equipo de ventana, haz el esfuerzo por cambiarlo a minisplit y si es posible, por uno de tecnología inverter. El costo del nuevo aparato se pagará en menos de dos años con el ahorro de energía logrado y traducido en tu recibo de electricidad.
Revisa donde están colocadas las condensadoras de los equipos minisplit. Podrías incrementar su eficiencia instalándolas en lugares frescos, debajo de un techo o un árbol o asperjando agua sobre la unidad. Recuerda limpiar los filtros de las evaporadoras regularmente para reducir el trabajo del motor.
Acostúmbrate a una temperatura agradable de 25°C y abajo de esa temperatura trata de utilizar ventilador y no aire acondicionado. Para asegurar un consumo responsable y ahorro de energía, asegura que los termostatos de aire acondicionado estén a 25°C en verano.
5. Aísla tu casa.
La forma más sabia es siguiendo la sabiduría de la naturaleza. Planta árboles, enredaderas y jardines verticales que absorban la energía solar en el verano y que pierdan sus hojas en invierno dejando pasar la luz. Prefiere especies propias de tu región que estén acostumbradas a las estaciones y utilicen poca agua o el agua de la lluvia.
Si no es posible tener vegetación, trata cubriendo con lonas, mallas sombra, persianas, vidrios polarizados e incluso cortinas. Para favorecer el ahorro de energía en el enfriamiento de una casa en verano y calefacción en invierno, aplica materiales aislantes en paredes y techos. Existen opciones ecológicas fabricadas con llantas recicladas.
Asegura que las ventanas y puertas estén bien selladas y si es posible que sean dobles, o de materiales aislantes. Recuerda que el metal conduce el calor, mientras que la madera y el vidrio son mejores aislantes.
6. Mejora los hábitos para cocinar los alimentos.
Utilizamos energía siempre para cocer nuestros alimentos en la estufa, el microondas, el horno tostador y otros electrodomésticos. Trata de utilizar las tapas u ollas de presión al cocinar, esto evitará que se pierda calor y se consuma menos energía.
También descongela a temperatura ambiente, así se cocinarán los alimentos más rápido y evitarás el uso del microondas o energía en tu estufa. Mantén los hornos libres de residuos, así como el tostador de pan. Esto implicará una mejor distribución del calor y por ende el ahorro de energía.
7. Cuidado con el refrigerador.
Cerca del 30% del consumo de energía en la casa viene del refrigerador. Si este tiene más de 10 años, conviene comprar uno. Se recomienda comprar un refrigerador que tenga una certificación en consumo de energía. Es mejor que este tenga dos puertas separadas para evitar abrir el congelador con tanta frecuencia. Solo mantén los alimentos necesarios dentro del refrigerador.
A mayor cantidad de líquidos y alimentos en el refrigerador, se incrementará el consumo de energía. Por ello, compra solo los alimentos necesarios para la semana. No solo evitarás desperdicio de comida, sino incrementarás el ahorro de energía en tu hogar.
Ahora también la instalación del refrigerador debe ser la correcta. Asegure que quede espacio entre la parte posterior y la pared para un correcto funcionamiento. El aparato debe estar bien nivelado y revise que las puertas cierran herméticamente. Mantenga el congelador lo más lleno posible para mantener el frío y usar eficientemente el espacio. Todas las superficies deben mantenerse limpias y libres de cochambre.
Con estas 7 estrategias para el ahorro de energía puedes hacer un cambio sustancial en el patrón de consumo de energía en tu hogar y dejar de pagar recibos tan altos. De paso también apoyarás a combatir el cambio climático desde tu trinchera.