La preocupación por la necesidad de una gestión racional de los residuos urbanos de origen domiciliario tiene su reflejo a través de legislación nacional y de los reglamentos comunitarios que apliquen al lugar donde vivimos o desarrollamos nuestras actividades, como pueden ser los reglamentos de vecinos en colonias abiertas o cerradas, en edificios residenciales, o bien en centros de comercio y prestación de servicios ubicados en zonas habitacionales. Por ello, la necesidad de generar hábitos domésticos más limpios como el compostaje nos lleva a tener formas más dignas de habitar los espacios. Los beneficios de hacer composta en casa abarcan aspectos de nuestras vidas de manera directa como indirecta. A continuación, distinguiremos algunos de ellos. Pero empecemos por el principio, la elaboración de composta se trata de una técnica mediante la cual se crean las condiciones necesarias para las que, a partir de residuos orgánicos, los organismos descomponedores fabrican un abono de elevada calidad. Ahora bien, ¿por qué es importante realizar compostaje en nuestro hogar? 1. Porque reducimos la cantidad de basura que acaba en vertedero, relleno sanitario o incineradora. 2. Porque cerramos el ciclo de la materia orgánica. 3. Porque obtenemos un abono de elevada calidad para nuestras plantas, sin ningún tipo de producto químico. Pero bueno, ¿Cuáles son los beneficios de la composta doméstica? Podemos distinguir desde los que se vinculan directamente al suelo, como son los siguientes: Efectos en la estructura del suelo. La composta, debido a su estructura aterronada, facilita la formación de conglomerados del suelo permitiendo así mantener una correcta aireación y humedad del mismo. Efectos sobre la salud del suelo. Se trata de un producto natural, sin compuestos químicos y libre de patógenos. En muchos casos actúa como bactericida y fungicida. Efectos sobre los nutrientes de las plantas. Al ser un producto rico en nutrientes y macronutrientes, se convierte en un excelente abono para las plantas. Por otro lado, los beneficios de hacer composta en casa pueden extenderse a aspectos que no necesariamente se vinculan al suelo y al beneficio que puede traer para nuestras plantas, sino de manera indirecta hacia su contexto, como son los siguientes: Efectos sobre la salud física de las personas. Al tener como resultado un producto natural y de alta calidad para las plantas, en el caso específico de las hortalizas, éste producto por consiguiente es nutritivo también para las personas que las consumen. Efectos sobre la salud mental de las personas. Es sabido que las actividades físicas relacionadas a la jardinería en general y, por lo tanto, a elaborar una composta doméstica, tienen efectos terapéuticos y relajantes sobre el estado de ánimo y mental de las personas. Beneficios económicos. No es necesario adquirir este producto, ya que se obtiene de un proceso muy sencillo que se puede realizar en el hogar. Beneficios comunitarios sobre la generación de basura/residuos. El volumen generado por una familia promedio o por persona se ve disminuido al emplear esta técnica, evitando participar en el acumulamiento de basura en el destino final. Beneficios ambientales. Nuestro jardín inmediato y el medio circundante, esto es, las cadenas tróficas de las que forman parte, son beneficiados con cuidados y aportes, devolviendo un mínimo de lo que tomamos para nuestro desarrollo. Diferencias y similitudes entre el proceso natural y el compostaje doméstico: Origen. En ambos procesos partimos de la misma materia prima, restos orgánicos, aunque en el medio natural tenemos un pequeño aporte de materia orgánica de origen animal representado por los excrementos y los cuerpos de los animales que han perecido. En el compostaje doméstico, esto no sucede. Participación de seres vivos. En el medio natural, diversos seres vivos (carroñeros y descomponedores) actúan sobre estos materiales troceándolos y simplificándolos. En nuestros domicilios podemos realizar esta acción troceando los restos con unas tijeras de poda o cualquier otra herramienta de jardín para agilizar esa fragmentación, y permitiendo a los organismos pequeños realizar su trabajo más rápido. Velocidad en el resultado. En los bosques los procesos de fermentación se desarrollan lentamente, necesitando al menos un año para completar los procesos de descomposición más significativos. En nuestro compostador, realizando bien el mantenimiento y vigilando las condiciones, el proceso puede durar un máximo de seis meses. Agilidad de los procesos. En la naturaleza, el agua y el oxígeno que necesitan los microorganismos los aporta la atmósfera. En nuestros compostadores además de la atmósfera, nosotros también aportamos riegos según sean necesarios, e incluso volteos por medio de diversos métodos para airear el montón. Resultado final. En ambos procesos, el producto resultante final es un compuesto estable que actúa regenerando el suelo y proporcionándole inmejorables cualidades para el desarrollo vegetal. Usos de la composta hecha en casa Considerando su grado de madurez y del tipo de cultivo para el cual se destina, siendo las épocas óptimas para su aplicación durante la primavera y otoño, podemos diferenciar dos usos de acuerdo con el grado de madurez y lo cual se suma a los beneficios de la composta doméstica: • Composta fresca (2-3 meses compostando): la que ha tenido un período de madurez corto y en el que se aprecia aún material sin descomponer. Se usa principalmente como protección ante los cambios de temperatura y de humedad, en especial frente a heladas. Además, mejora las características del suelo y evita la aparición de malas hierbas. • Composta madura (aproximadamente 5-6 meses compostando): aquella que ha tenido un período de madurez largo y no se aprecian materiales sin descomponer (excepto aquellos de muy lenta descomposición, ramas, cáscaras de huevo, etc.). Se diferencia fácilmente por su textura terrosa y su color oscuro. Su uso principalmente es como fertilizante ya que aporta elementos minerales (nitrógeno, fósforo, potasio, etc.), además de favorecer la capacidad de retención de agua. El hacer un poco por devolver y honrar lo que tomamos de nuestro medio es, además, algo que nos puede dar satisfacciones personales y comunitarias. |