El café es el segundo producto más vendido en el mundo y su presentación en cápsulas contamina al medio ambiente al ser un empaque de un solo uso elaborado de aluminio y plástico, materiales difíciles de separar para su reciclaje.
Cuando crearon las cafeteras de cápsulas, buscaron hacer más rápida, práctica y cómoda la forma de preparar una taza de café. No obstante, se descuidó el impacto ambiental que estaría generando, ya que sería necesario desechar una cápsula por taza de café preparada.
La gran mayoría de cápsulas de café están hechas de aluminio con una película plástica que es difícil de separar. El residuo – por su combinación de restos orgánicos de café, aluminio y plástico – es difícil de clasificar y reciclar, ya que las plantas de reciclaje no están preparadas para procesar este tipo de residuos de manera conjunta.
Se estima que hay más de 7 mil millones de cápsulas en los vertederos de todo el mundo. Una sola cápsula de café tarda en descomponerse por completo entre 150 y 500 años. El porcentaje de reciclaje es de apenas el 10%.
Una de las principales compañías de venta de cápsulas de café es Nespresso, quien ha tratado de revertir el impacto ambiental de sus cápsulas creando 1400 puntos de reciclaje en todo el mundo. De esta manera sus consumidores pueden dejar las cápsulas usadas asegurándose que serán recicladas. Para conocer el punto de reciclaje más cercano para ti, te proporcionamos el enlace a continuación: https://www.nespresso.com/mx/es/reciclaje
A pesar de la existencia de acciones por parte de los fabricantes para reciclar las cápsulas en otros productos, hoy en día las capsulas de café contaminan el medio ambiente. Lo ideal sería que se hubieran creado cápsulas biodegradables o reutilizables para evitar contaminar nuestro ambiente.