Desde el siglo XX se han realizado campañas para el cuidado y el ahorro del agua, esto por parte de organismos internacionales, instituciones gubernamentales, empresas descentralizadas del gobierno u organizaciones no gubernamentales. Un precedente de estas campañas ocurrió cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y Desarrollo de 1992 decidió declarar el 22 de marzo como el “Día Mundial del Agua” para darle importancia a la gestión y eficiencia de este recurso vital, ya que se sabe hay sólo un 3% de agua dulce, y cada día hay más ciudades que tienen problemas para tener acceso a ella.
Actualmente, existe un problema denominado “estrés hídrico” que se refiere a una alta demanda del agua de la cantidad que se dispone. De acuerdo con la ONU, 1 de cada 6 personas en el mundo se encuentra hoy en día en esta situación y se prevé que la cifra aumente.
Este problema se ha presenciado en diversos países del mundo, y en actualidad está afectando mucho más a los países de medio oriente tales como Qatar, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, etc. Por otro lado, también existen países que sufren por este problema tales como India, Brasil, Sudáfrica, México, entre otros.
Para poder entender mejor este problema, sólo hay que analizar el siguiente ejemplo; si en una ciudad se incrementa el número de población, esta demandará más servicios como agua, luz, alimentos y vivienda. Al existir un gran número de personas, se incrementa el número de actividades económicas que requieren cierta cantidad de agua para poder producir los productos y servicios que se demandan. Por otra parte, no dejemos a un lado al “cambio climático” que causa variaciones en las lluvias y en la temperatura, lo que tiene como efectos el aumento de sequías, escasez de agua, poca o nula captación de agua e inundaciones.
Cuando existe este problema de “estrés hídrico” en una determinada ciudad, esto puede repercutir en diferentes aspectos creando problemas serios en la salud pública como diarrea, infecciones en la piel, o presencia de parásitos al consumir agua no potable. Otro problema es la desnutrición debido a la afectación a la agricultura, ganadería y a los productores de alimentos, causando una escasez de alimentos. Asimismo, la presencia de problemas sociales como el desplazamiento de personas a otros lugares en busca de este recurso.
Para ser unas personas responsables con el ahorro del agua debemos seguir las siguientes recomendaciones tales como:
• Lavarnos los dientes con un vaso de agua.
• Tomar baños de 5 a 10 minutos.
• Cerrar el grifo mientras te lavas los dientes, te afeites o mientras enjabonas los trastes.
• Evitar las goteras (ya que pueden consumir entre 500 a 100 litros al mes).
• No laves el coche con maguera.
• Reutiliza el agua que usaste para lavar para limpiar tu patio o tu banqueta.
• Riega tus plantas por la noche o al amanecer, ya que durante el día las altas temperaturas evaporan parte de agua.
• Recolecta agua de lluvia para el riego de tus plantas o para limpiar tu jardín.
Es importante reflexionar sobre el ahorro del agua con la finalidad de evitar que el problema de “estrés hídrico” se vuelva más grave.