
La ergonomía en las empresas es esencial para mejorar la comodidad, la salud y la productividad de los empleados. Implementar buenas prácticas ergonómicas ayuda a prevenir lesiones musculoesqueléticas debidas a malas posturas, movimientos repetitivos y esfuerzo físico excesivo. Es clave para la prevención de riesgos ergonómicos, hacer ajustes a los puestos de trabajo, la rotación de tareas, usar herramientas ergonómicas, la capacitación en técnicas adecuadas, así como las pausas periódicas. La ergonomía reduce lesiones, aumenta la productividad y promueve un ambiente laboral seguro.
Prácticas que deben evitarse:
- Ignorar las quejas del personal, incluyendo dolor de espalda o muñecas
- Proporcionar mobiliario de tamaño o posición fija
- Tener largas jornadas sin pausas o rotación
- Desestimar la importancia de una adecuada iluminación
- Diseñar espacios, mobiliario o herramientas sin considerar personas con diferentes alturas o características
Buenas prácticas ergonómicas:
- Haz ajustes de mobiliario, incluyendo sillas y mesas de trabajo
- Proporciona descansos regulares o pausas activas
- Realiza evaluaciones ergonómicas, por ejemplo, usando el método ROSA (Rapid Office Strain Assessment -por sus siglas en inglés-)
- Utiliza herramientas ergonómicas como teclados o ratones
- Capacita en las técnicas posturales y de levantamiento correctas