¡Prepárate para tu próxima navidad! La pregunta que resuena en la cabeza de las y los futuros compradores, ¿Qué es más sostenible, un árbol de navidad artificial o uno natural?
Por un lado, el árbol navideño artificial no necesita de agroquímicos como fertilizantes o pesticidas, aminorando así el impacto en fauna y propiedades del sustrato en dónde un árbol natural sería sembrado. Este árbol puede ser reusado muchas veces, llegando inclusive a empatar la huella de gases efecto invernadero de uno natural tras ser usado 20 años consecutivos.
Por el otro lado, el árbol navideño natural tiene un impacto en gases efecto invernadero y en agotamiento de recursos hasta 6 veces menor que el árbol navideño artificial durante todo su ciclo de vida. Este genera hasta 39% menos gases efecto invernadero ya que durante el ciclo de crianza del árbol natural, éste permite reducir el CO2.
Pero ¿por qué si un árbol natural permite reducir el CO2 el árbol artificial lo alcanza tras 20 años de uso?, por la transportación. Muchos árboles naturales son transportados largas distancias y el uso de transportes genera una cantidad de CO2 que rebasa la cantidad que el árbol absorbe durante su etapa de producción.
Otros aspectos para considerar son que el árbol artificial no tiene un ciclo de vida corto, pues tras agotar su utilidad es desechado en un basurero y tarda cientos de años en degradarse y; aunque se utilice 20 años y empate en huella de carbono con el árbol natural, el natural tiene la posibilidad de ser comprado en maceta para continuar su vida y reducir el CO2 que necesitó durante su etapa de distribución.
Si tomamos en cuenta todo el ciclo de vida de ambos árboles, desde su producción hasta su disposición o fin de ciclo; así como el impacto en la salud humana, en salud ecosistémica, en cambio climático y en el uso de recursos naturales, el sello del artículo sostenible se lo lleva: ¡El árbol natural!
EXPERTIP: asegúrate de que el árbol natural que compres sea un producto local, que no sobrepase los 5 kilómetros de dónde fue criado, que aún siga vivo para que puedas trasplantarlo y que su ciclo de vida no termine en tu casa u oficina.